Málaga brilla en la Guía Michelin con tres nuevas joyas gastronómicas

La ciudad de Málaga continúa consolidándose como un referente culinario en España. En la última actualización de la prestigiosa Guía Michelin, tres restaurantes malagueños han sido reconocidos por su excelencia: Base 9, Alaparte y Mi Niña Lola. Cada uno con una propuesta única, estos espacios reflejan la diversidad, creatividad y calidad que define la nueva escena gastronómica de la capital.

Base 9: creatividad y vanguardia

Este restaurante ubicado en Málaga centro se ha consolidado como uno de los rincones más vibrantes de la gastronomía local. Al frente, Cristian Fernández y Pablo Zamudio lideran una cocina que fusiona técnica y creatividad, con influencias internacionales y un marcado respeto por el producto malagueño. Su propuesta, audaz, dinámica y en constante transformación, ha captado la atención de la Guía MICHELIN gracias a su coherencia, intensidad de sabor y originalidad.

Alaparte: la memoria hecha sabor por Fran Rascado

El joven chef Fran Rascado ha conseguido que su restaurante Alaparte se convierta en uno de los más comentados del panorama nacional. Situado cerca del Mercado Central de Atarazanas, este bistró contemporáneo rinde homenaje a la historia familiar del chef, especialmente a su abuelo, cuyo oficio inspiró el nombre del local. La cocina de Alaparte combina productos locales con influencias francesas y asiáticas, dando lugar a platos como la ensaladilla rusa con yema en texturas o los Fideos Alaparte. La Guía Michelin destaca la vieira curada con limón cascarúo de Benamocarra y salsa beurre blanc como una muestra del equilibrio y sofisticación de su propuesta

Mi Niña Lola: vistas de ensueño y cocina con alma viajera

En lo alto del barrio de La Coracha, Mi Niña Lola se ha convertido en uno de los rincones más deseados de Málaga, no solo por su espectacular terraza con vistas al Mediterráneo, sino también por la propuesta gastronómica de Pablo Rutllant. El chef, que recientemente inauguró BRÉSC, defiende una cocina que mezcla lo local con influencias internacionales, reflejando el carácter cosmopolita de la ciudad. Platos como el Maizal del negro mar, los Puerros payoyos o el Mango citric forman parte de una carta que se complementa con un menú degustación, pensado para disfrutar de la experiencia completa en un entorno privilegiado